viernes, 19 de marzo de 2010

La hipocresía de LeBron James


La superestrella de la NBA, jugador franquicia de los Cavaliers, LeBron James, juega en la NBA desde el año 2003. En esta temporada, al igual que en las 6 anteriores, LeBron ha jugado con el dorsal 23 a la espalda. Hace unos meses el jugador de los Cavs inició una iniciativa en la que proponía retirar el número 23 en honor al legendario Michael Jordan, y que todos los jugadroes que lo llevaran actualmente, incluyéndose a él, se cambiaran de dorsal.

Meses después, aunque nadie le ha hecho mucho caso, The King ha hecho efectivo su cambio: y en estos días ha rellenado los papeles para que el año que viene pueda lucir no el 23 que lleva ahora, sino el número 6 que lleva en el equipo nacional de Estados Unidos, y el mismo que lleva en los entrenamientos. James no hizo declaraciones, pero es de imaginar que sus motivos son los mismos que adujo en su momento: "la sombra de Jordan es muy alargada", "no quiero ensuciarla y prefiero cambiarme de número…"

¿Alguien se puede creer eso? Lo siento pero yo no me lo creo. Toda esto parece otra maniobra comercial más para engrandecer (aún más) la “marca LeBron James”. Seguramente el año que viene las ventas de la camiseta de LeBron James sean enormes, ya que todo el mundo querrá estar a la moda con su nuevo número. Además es una forma de distanciarse comercialmente de Jordan, ya que ambos tienen líneas de zapatillas con Nike. De esta forma LeBron también intenta hacer sombra a otro jugador que, tras cambiar de dorsal, le ha arrebatado el primer puesto en las listas de ventas de camisetas en los últimos dos años: hablo, naturalmente, de Kobe Bryant, cuyo paso del 24 al 8 tenía exactamente la misma motivación comercial, pero que al menos fue más honesto y no lo disfrazó como homenaje a nadie.

Es más… ¿qué pretende hacernos creer James? ¿Que cuando empezó en la liga profesional, allá por 2003, todavía no era consciente de la “alargada sombra de Jordan”? No, lo era, pero el hecho de que el nuevo Chico Maravillas de la liga llevara el dorsal 23 tenía todo el sentido del mundo… de nuevo, desde un punto de vista comercial. Ahora, con seis años como profesional a sus espaldas, nos intenta hacer creer que es más sensato, cuando los propósitos que le guían, a él y a su entorno, imagino, son los mismos: hacer dinero con su nombre. Propósito totalmente respetable… pero sin necesidad de argucias de este tipo.

De hecho, si nos ponemos a buscar... ¿acaso no llevaron el número 6 figuras legendarias como Bill Russell o Julius Erving? Jordan es probablemente el jugador más determinante de la historia de la NBA, pero Russell no le va a la zaga en trascendencia, dentro y fuera de las canchas. El hombre que más anillos ha ganado en la historia del baloncesto, el hombre que se convirtió en un símbolo en una época racialmente complicada, allá por los años 50, el hombre que cimentó la dinastía de los Celtics junto a Red Auerbach… ¿merece menos respeto que Jordan? ¿O es que LeBron todavía no es consciente de su “alargada sombra” y dentro de unos años se dará cuenta de que está perjudicando el legado de Russell y se cambiará otra vez de número?

A parte de todo este rollo comercial, seguramente LeBron, consciente de lo que puede llegar a hacer en la NBA, estará pensando ya en su lejana retirada. Quiere ser recordado como uno de los grandes, y asociar su nombre a un número como lo es el 23 con Jordan.

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho su entrada siga haciendolo asi y no deje caer en el olvido su blog que hace mucho que no publica una entrada. Un saludo

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